Pollo a la naranja

Pollo a la naranja

El pollo es un producto que gusta prácticamente a todo el mundo, tiene un aporte bajo de grasa siempre que no nos comamos la piel, es asequible y tan versátil que podemos prepararlo de mil y una formas diferentes. Una de ellas es el pollo a la naranja, una elaboración que le da un sabor excelente a este producto.

Hay que destacar que la naranja combina a la perfección con carnes blancas como la del pollo y podemos hacer un gran número de elaboraciones como la que os enseñamos en esta receta.

Como apunte nutricional, destacamos que el pollo es ideal para reducir el colesterol (siempre que se consuma sin piel) cuenta con vitaminas B1, B3 y E, así como con minerales como potasio, fósforo o hierro. Por su parte, las naranjas también tienen un alto índice de vitamina C y potasio, alrededor de 180 miligramos por cada 100 gramos, lo que lo convierte en un estupendo aliado para el buen funcionamiento del corazón.

Para preparar este delicioso plato necesitaremos los siguientes ingredientes:

  • 4 pechugas de pollo sin piel ni hueso.
  • 200 mililitros de caldo de pollo (mejor si es casero)
  • 150 mililitros de zumo de naranja (recién exprimido)
  • 2 cucharadas de vinagre balsámico.
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
  • 1 cucharadita de mantequilla.
  • 1/2 cucharadita de azúcar.
  • 1/2 cucharadita de sésamo.
  • Un poco de romero fresco.
  • Gajos de naranja y ramas de romero.
  • Sal y pimienta negra recién molida

Modo de elaboración del pollo a la naranja

Lo primero que debemos hacer es envolver las pechugas de pollo con papel film de cocina y ablandarlas. Las pondremos sobre una tabla de cocina y usaremos un mazo de madera, sin ejercer demasiada fuerza para no romper la carne. Lo que se pretende es romper ligeramente sus fibras.

Una vez hecho desechamos el papel film y echaremos pimienta al gusto. En una sartén calentaremos un poco de aceite y freiremos el pollo a fuego medio durante 5 minutos por cada lado. Menos tiempo si las pechugas no son demasiado gruesas.

Una vez selladas, pincharemos las pechugas varias veces con un tenedor y echaremos dos cucharadas de vinagre balsámico por encima, después el zumo de naranja y el caldo de pollo. Espolvoreamos el romero y echaremos sal al gusto.

Dejaremos que vaya a ebullición, momento en el que bajaremos el fuego e iremos esperando a que se vaya cocinando la carne, alrededor de unos ocho minutos.

Ahora incorporaremos la cucharadita de mantequilla y el resto del vinagre. Subiremos a fuego fuerte durante dos o tres minutos hasta que el líquido se haya reducido, pero tendremos una reducción de salsa aromatizada a la naranja que da un sabor excelente porque contará con todos los ingredientes concentrados.

Ahora ya solo queda servir. Pondremos una pieza de pollo en un plato y por encima la naparemos con una cucharada de la salsa y espolvorearemos la media cucharadita de semillas de sésamo, coronándolo todo con un gajo de naranja y unas ramitas de romero.

Si quieres puedes acompañarlo con una cuna de arroz blanco y espolvorearle por encima un poco de cebollino como puedes ver en la imagen que ilustra esta receta. ¡Está deliciosa!

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